Lleva a casa ropa que realmente vayas a usar siguiendo estos consejos para comprar en una indumentaria femenina por mayor.
Establece un presupuesto de ropa. Cuando tienes una cifra con la que trabajar, es más fácil planificar tus compras y evitar gastar de más.
Una forma de hacer un presupuesto es hacer una lista de toda la ropa que crees que necesitarás comprar en un año, y luego estimar cuánto te gustaría gastar en cada artículo. Una vez que tengas un total, limítate a él y no gastes más.
Utiliza un tablero de ideas. Tu tablero de ideas es una colección de imágenes de ropa que te gusta; te ayuda a crear tu estilo personal y te sirve de fuente de inspiración cuando compras ropa.
Fíjate en los puntos comunes de las imágenes que has seleccionado: ¿hay colores, texturas y estilos específicos por los que te inclinas constantemente? Cuando selecciones las prendas, comprueba si coinciden con el estilo general de tu tablero de ideas.
Lleva una lista de deseos. Lleva una lista de las prendas que quieres o necesitas. Cuando vayas de compras, echa un vistazo a la lista para recordar lo que realmente buscas.
Comprar a partir de una lista suele tener más éxito que salir con un artículo específico en mente: puede que no encuentres todo lo que quieres en el primer intento, pero a lo largo de varios viajes de compras, generalmente puedes marcar la mayoría de los artículos de tu lista.
Cuando compres por Internet, marca tus artículos favoritos y vuelve a ellos cuando la marca esté de rebajas.
Conoce tus medidas. Lleva una nota en tu teléfono con tus medidas de cadera, cintura y pecho. Esto te ayudará a la hora de comprar online, ya que podrás comparar tus medidas con la tabla de tallas de la tienda de indumentaria femenina por mayor.
Cuando compres ropa en persona, puedes llevar una cinta métrica para comprobar si una prenda te queda bien incluso antes de probártela. Esto es especialmente útil cuando compras de segunda mano, ya que el tallaje vintage puede ser muy diferente del moderno. Aprende a tomarte las medidas en nuestra guía.
Empieza por lo ancho y luego edita. Tanto si compras en línea como en una tienda de ropa física, añade todos los artículos que te gusten a tu cesta de la compra y, a partir de ahí, reduce tus opciones.
Al reunir muchas prendas, podrás compararlas mejor y decidir cuáles te gustan. Seguro que hay piezas que no te sirven y otras que te sorprenden. Si te diversificas un poco, podrás encontrar joyas ocultas.
Haz una lista de los artículos que ya tienes. Cuando pienses en una nueva prenda, haz una lista mental de las piezas de tu armario que podrás usar con ella. A no ser que estés creando un armario nuevo desde cero, probablemente querrás que esta nueva prenda combine con otras que ya tienes. Si el cárdigan que te gusta no combina con ninguna de las prendas que tienes en casa, piensa por qué puede ser.
¿Estás tratando de cambiar tu estilo? Si una prenda no combina con nada de lo que tienes, puede que no sea la adecuada para ti.
Por supuesto, hay excepciones, como las piezas que funcionan por sí solas o las prendas para ocasiones especiales. Cuando llegues a casa, pruébate la prenda con el resto de la ropa. Si no funciona, devuélvela a la indumentaria femenina por mayor y busca otra.